La prerrogativa real es un conjunto de autoridades habituales de privilegios e inmunidades, reconocidas por el derecho consuetudinario y en ocasiones por el derecho civil por la corte de la monarquía como pertenecientes exclusivamente al soberano.[1] Así es como algunos de los poderes ejecutivos del gobierno invertidos en una monarquía se relacionan con el proceso de realización del gobierno del propio estado. Las prerrogativas individuales pueden ser abolidas por el Parlamento, aunque existe un procedimiento especial en el Reino Unido.
Aunque en algunas repúblicas los jefes de Estado tienen poderes similares, no coinciden y contienen una serie de diferencias fundamentales.